Esta forma de preparar el pollo es una de las preferidas por los niños, pero algunos de los que se comercializan, congelados o frescos, contienen poca carne de pollo. Hay varias formas de hacerlos mas naturales. Prueba esta:
Mezcla en un bol 4 cucharadas de harina (o de cereales sin azúcar triturados), 1 cucharada de cebolla deshidratada desmenuzada, ½ cucharada de ajo seco, una pizca de pimienta y sal. Corta 2 pechugas en trozos o tiras gruesas. Bate 2 huevos con sal y 2 cucharadas de agua. Introduce los trozos de pollo, escúrrelos y pásalos por la mezcla de harina apretando bien para que se pegue, mete otra vez en el huevo y pasa por la harina nuevamente. Fríelos en aceite muy caliente y poco tiempo para que queden jugosos y no se queme la cebolla. Sácalos y escurre en papel de cocina.
Puedes preparar más cantidad y congelar para solo freírlos cuando los necesites. Si te gustan las especies, añádelas a la mezcla de harina (orégano, pimentón, perejil seco, sazonador de pollo…)
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