Cuando la piña está en su punto resulta muy aromática, la piel se vuelve de color marrón dorado y la base cede a una suave presión de los dedos. Para averiguar si está madura, lo mejor es tirar de una de las hojas del penacho: debe desprenderse fácilmente.
En general las frutas tropicales toleran mal el frío de la nevera, por tanto es mejor guardarla a temperatura ambiente si está sin empezar. Una vez abierta, guárdala en el frigorífico, en un recipiente hermético o envuelta en film para que no comunique olor al resto de los alimentos.
Para que cuando la abras esté dulce y jugosa por igual, dale la vuelta de vez en cuando para que el jugo y el azúcar se reparta por toda la pulpa.
Al pelarla, quita todos los ojos. Y cuando la trocees, desecha el tronco central, que resulta muy duro.
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