Los cromados quedan fantásticos si se limpian con petróleo. Pon en un paño limpio y sin pelusilla 3 ó 4 gotas, no hace falta más, y frótalos hasta que estén brillantes.
Otra forma de limpiarlos es humedeciendo un paño en agua e impregnándolo con harina o ceniza de cigarrillo, después frota los cromados hasta que estén relucientes. Recuerda que para que no se piquen o se oscurezcan, puedes barnizarlos con un barniz incoloro.
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