Las mujeres japonesas diariamente se realizan un masaje para evitar la aparición de las patas de gallo. El resultado es excelente:
MÉTODO
Coloca la yema de los dedos corazón en el nacimiento de las cejas y, lentamente, abarca todo el arco de la ceja para reconocer el recorrido que hace el hueso supraorbital; baja muy lentamente y reconoce el ecorrido del hueso infraorbital (donde se forman las ojeras). Una vez hayas hecho el reconocimiento de los huesos que forman las cuencas oculares, con ayuda de aceite de rosa mosqueta, para facilitar los movimientos, realiza círculos, comenzando en el nacimiento de las cejas y bajando hasta completar las cuencas. Los movimientos deben ser rápidos y firmes; cincuenta rotaciones a la derecha y cincuenta a la izquierda.
Este ejercicio previene las patas de gallo y vigoriza los ojos.
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