Si te has excedido tomando el sol, tritura un tomate y mézclalo con dos cucharadas de bicarbonato. Extiéndelo por las zonas afectadas como si fuera una crema y déjalo actura durante media hora. Luego retíralo y lava con agua fría y seca cuidadosamente. Verás como te alivia mucho.
Otra solución es abrir una hoja de aloe vera y pasar el jugo por encima de las zonas afectadas dejándolo actuar. Repite varias veces. Esto evitará que que te salgan ampollas e incluso que la piel luego se caiga.
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