Se denominan estomacales a los productos farmacéuticos, y en nuestro caso a las plantas medicinales que favorecen la secreción gástrica y aumentan el apetito. He aquí algunos remedios:
Decocción de cardillo (tagarnina, diente de león):
Hervir durante 15 minutos las raíces y hojas de cardillo en un litro de agua. Si se desea obtener un resultado válido habrá que beber esta decocción al menos a razón de dos o tres tazas diarias, durante 20 días.
No hay que olvidar beberla todavía caliente y muy lentamente.
Infusión de hojas frescas de laurel:
Dejar decantar 10 a 15 gramos aproximadamente de hojas de laurel en un litro de agua, durante algunas horas, filtrar, dejar enfriar. Una cucharadita después de cada una de las comidas principales será suficiente. Toma esta infusión cada vez que lo necesites.
Infusión de raíz de genciana seca:
Macerar 5 a 10 gramos de genciana en un litro de agua, durante unas 4 horas. Filtra el líquido y viértelo en un recipiente que se cerrará muy bien. Toma dos tazas pequeñas por día antes de las comidas principales. Prosigue con el tratamiento hasta que hayan desaparecido los trastornos. Obtendrás una acción mucho más eficaz si mezclas en esta infusión otras hierbas amargas.
Elixir de cáscara sagrada:
Mezcla 50 gramos de extracto de fluido de cáscara, del que se habrá eliminado el amargor, seis gotas de esencia de naranja, 200 gramos de jarabe, 100 gramos de alcohol de 90º, 50 gramos de glicerina y 100 gramos de agua. Macerar todo esto durante 9 días. Luego filtrar. Beber uno o dos vasos pequeños antes de las comidas principales.
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